¿TE APUNTAS A CAMBIAR EL MUNDO?
UNA MENTE SANA NECESITA UN CUERPO SANO
De pequeña no se me daban muy bien los deportes... probé varios deportes hasta que un día empecé a esquiar y descubrí que había encontrado el mío.
A base de entreno y retarme a mí misma, a los 12 años conseguí entrar en el equipo de esquí de competición en la categoría U12 y ya no he dejado de entrenar y competir.
Combinar entrenos y carreras con otros chicos y chicas es una experiencia única que además aporta valores como el trabajo en equipo, el compañerismo, la amistad y el saber apoyarnos mútuamente en los momentos difíciles de lesiones o caídas.
A pesar de haber tenido alguna caída grave y de haberme roto la pierna en un accidente de esquí, he sabido recuperarme y seguir adelante sin miedo.
Cuando termino mis entrenamientos, intento hacer algunas clases de esquí a los más pequeños. Me encanta poder aportar mi granito de arena y hacer que disfruten de la naturaleza y del deporte desde bien pequeñitos. Estas clases permiten que desarrolle mi creatividad a la hora de pensar ejercicios y actividades. También me ayudan a tener paciencia y adaptarme al ritmo que cada niño necesita para ir avanzando.