top of page

UNA MENTE SANA NECESITA UN CUERPO SANO

De pequeña no se me daban muy bien los deportes... la gimnasia no era lo mío y los juegos de pelota tampoco... Probé varios deportes (desde la capoeira hasta el patinaje artístico…) hasta que un día empecé a esquiar y descubrí que había encontrado mi deporte.

A base de entreno y retarme a mí misma, a los 12 años conseguí entrar en el equipo de esquí de competición en la categoría U12 y ya no he dejado de entrenar y competir.

img_0330_optimized.jpg
img_7513_optimized.jpg
img_6041_optimized.jpg

Combinar entrenos y carreras con otros chicos y chicas es una experiencia única que además aporta valores como el trabajo en equipo, el compañerismo,  la amistad y el saber apoyarnos mútuamente en los momentos difíciles de lesiones o caídas.

A pesar de haber tenido alguna caída grave y de haberme roto la pierna en un accidente de esquí, he sabido recuperarme y seguir adelante sin miedo.

Cuando termino mis entrenamientos, intento hacer algunas clases de esquí a los más pequeños. Me encanta poder aportar mi granito de arena y hacer que disfruten de la naturaleza y del deporte desde bien pequeñitos. Estas clases permiten que desarrolle mi creatividad a la hora de pensar ejercicios y actividades. También me ayudan a tener paciencia y adaptarme al ritmo que cada niño necesita para ir avanzando.

IMG_3863.jpg

Durante los meses que no hay nieve, tengo la constancia y la disciplina de seguir un programa de entrenamiento por mi cuenta. Intento seguirlo un mínimo de 3 días por semana. También aprovecho para hacer trekking, bicicleta o salir a caminar con mi familia.

bottom of page